Bitcoin vs Ethereum

Desde la creación de Bitcoin en 2009, el mercado de las criptomonedas ha ido creciendo a pasos agigantados. En la actualidad sigue aumentando la creación de estas divisas criptográficas, de las que hoy en día hay cientos de ellas.

Seguro que, aparte de Bitcoin y Ethereum, son familiares los nombres de Litecoin, Monero, Dash o Ripple entre muchos otros. Sin embargo nos podríamos preguntar, “¿Qué tienen de diferente unas de otras?”.

Ethereum es, de momento, la segunda moneda criptográfica más grande del mundo detrás de Bitcoin. Ha sufrido un crecimiento mayor y mucho más rápido que ésta, y se está utilizando cada vez más.

Mientras que muchos comparan el aspecto como criptodivisa de Ethereum y Bitcoin, la realidad es que son proyectos enormemente distintos y tienen diferentes intenciones, es decir, son compatibles, no sustitutivas.

Bitcoin se ha convertido en una moneda digital relativamente estable, mientras que Ethereum hace mucho más que simplemente ser una moneda, como por ejemplo construir nuevas organizaciones, nuevos tokens, aplicaciones descentralizadas y contratos inteligentes.

Digamos que si esto fuera la fiebre del oro, Ethereum sería el que vendería el pico y la maza.

Ambas tienen similitudes y diferencias, cosas en común y características distintas entre sí.

A continuación, justo debajo de este cuadro comparativo, pasaremos a desarrollarlas y entrar en detalle.

CUADRO COMPARATIVO: ETHEREUM VS BITCOIN

SIMILITUDES ENTRE ETHEREUM Y BITCOIN

El concepto de cadena de bloques (Blockchain) fue aplicado por primera vez en 2009 como parte de Bitcoin. La idea era poder almacenar transacciones de forma creciente, ordenadas en el tiempo y sin posibilidad de modificarlas ni revisarlas.

Fué un sistema totalmente novedoso, el cual hoy en día tiene muchos defensores que lo ven como “la revolución industrial de Internet”. Bitcoin tiene esa medalla de ser la primera en utilizar la cadena de bloques.

Vitalik Buterin, el fundador de Ethereum, vio ese potencial que tenía la tecnología blockchain y pronto empezó interesarse por esta nueva herramienta. Comenzó escribiendo en un foro de Internet sobre Bitcoin, después pasó a ser co-fundador de la revista Bitcoin Magazine y finalmente se puso a los mandos de su gran proyecto: Ethereum.

Ambas comparten este dato en común, con años de diferencia entre sí, pero con el mismo futuro. Sin embargo veremos que los usos de la cadena de bloques de Bitcoin difieren de los de la blockchain de Ethereum.

Una criptomoneda o una criptodivisa es un medio digital de intercambio, en otras palabras, una moneda digital creada para intercambiar valor de forma segura, anónima y descentralizada.

Cuando hablamos de Ethereum o de Bitcoin, lo primero que pensamos es en que son criptomonedas, no obstante esto es algo erróneo. Donde Bitcoin y Ethereum son las plataformas, bitcoin (con minúsculas y con siglas BTC) y Ether (con siglas ETH) se refieren a las criptodivisas en sí.

Bitcoin fue la primera de las cientos de criptomonedas que hoy en día están en el mercado, la cual sigue actualmente como la número uno en valor.

La segunda en valor dentro del mercado de las criptodivisas es el Ether, la cual se espera que supere al bitcoin en un futuro, dado que los usos que la plataforma Ethereum ofrece son mayores en número que los de Bitcoin.

Estas criptomonedas tienen la característica común al resto de criptomonedas: son descentralizadas.Esto significa que no existe un ente que controle las monedas ni las transacciones, sino que todo se da sin intermediarios, directamente entre las partes interesadas.

Tanto en Bitcoin como en Ethereum, las criptomonedas son puestas en circulación a través del proceso de minería. La minería, como ya sabemos, es el proceso de validar bloques de transacciones y agregarlos a la cadena de bloques.

El poder de procesamiento de los mineros se utiliza para completar las transacciones, y como incentivo por hacerlo se recompensa con la criptomoneda en cuestión: bitcoin en la red Bitcoin y Ether en la red Ethereum.

Bitcoin y Ethereum operan sobre el sistema sobre una base de prueba de trabajo. La prueba de trabajo funciona de tal forma que para crear bloques y añadirlos a la cadena de bloques hay que resolver problemas matemáticos muy complejos.

Esto tiene un coste, tanto eléctrico como computacional, lo cual ayuda a prevenir el fraude y la actividad maliciosa.

El modelo basado en la prueba de trabajo, aunque ayuda a aumentar la seguridad y la validez en el sistema, tiene algunos efectos negativos. En primer lugar, los mineros compiten entre sí y no tienen nada que perder, lo que significa que no fomenta la colaboración ni proporciona ninguna consecuencia para el comportamiento malicioso.

El segundo problema que nos trae este sistema es el gasto económico necesario para el proceso de minería, tanto en hardware como en energía eléctrica. Muchas personas consideran esta energía un desperdicio y sienten que tiene un impacto negativo en el medio ambiente.

Es por ello que Ethereum piensa dar el salto al modelo de Prueba de participación (en ingles Proof of Stake, PoS) para que que cambie drásticamente el sistema de recompensas y que el gasto eléctrico no sea tan abultado.

En un modelo de prueba de participación ya no habrá mineros, sino validadores. Ya no habrá difíciles problemas matemáticos que los mineros deban resolver, sino que a los validadores se les requerirá poseer Ether y para poder validar un bloque. Será necesario que pongan su propio Ether en juego para certificar que un bloque es válido.

De esta manera, si hay un comportamiento malicioso o un validador hace algo inválido, perderá su Ether.

Ambos sistemas operan en sus propias redes principales. No obstante, tanto en Ethereum como en Bitcoin se utilizan otro tipo de redes llamadas testnets o redes de prueba.

Estas redes son prácticamente una copia de las mainnet (redes principales), simplemente son utilizadas, como su nombre indica, para probar actualizaciones y otras mejoras antes de sacarlas a la luz de forma oficial.

DIFERENCIAS ENTRE ETHEREUM Y BITCOIN

Vistas las características similares entre Ethereum y Bitcoin, pasamos a ver sus diferencias.

Muchas personas podrían pensar que como Bitcoin y Ethereum se basan en la tecnología blockchain, las dos pertenecen al mismo creador. Pero esto está lejos de ser real.

Bitcoin fue creado por Satoshi Nakamoto, el cual hoy en día sigue en el anonimato. Se presume que es un pseudónimo de otra persona o un grupo de personas, pero no se sabe a ciencia cierta. Según declaró en un perfil de P2P Foundation, sería originario de Japón. Más allá de eso, se sabe muy poco sobre él y su identidad real.

Hay especulaciones acerca de quién podría ser el creador de Bitcoin. Os dejamos a continuación los nombres de las personas que podrían estar detrás de este pseudónimo, por si alguien quiere investigar por su cuenta. Estos son: Nick Szabo, Dorian Prentice Satoshi Nakamoto, Hal Finney, Wei Dai o Craig Steven Wright.

Por la parte de Ethereum es totalmente al contrario que Bitcoin. El éxito y los focos tienen nombre y apellido con acento ruso. Vitalik Buterin es considerado el cofundador de Ethereum junto con otros cofundadores como Gavin Wood y Joseph Lubin.

No obstante, la cabeza visible del proyecto es este programador y escritor ruso, nacido el 31 de Enero de 1994, que también es cofundador de la revista Bitcoin Magazine. Vitalik, que a la edad de 6 años pasó a vivir en Canadá, se dio cuenta de los horrores que los servicios centralizados podían acarrear jugando al World of Warcraft, videojuego que le tenía cautivado. Si queréis saber más acerca de su historia, pueden visitar su breve biografía.

Al igual que hay gente que podría pensar que el creador de Bitcoin y Ethereum son la misma persona, si se han incorporado al mundo de las criptomonedas hace poco, también los hay que podrían pensar que ambas plataformas nacieron a la vez, de forma paralela.

Una vez más, nada más lejos de la realidad.

Bitcoin tiene tres fechas clave y según la importancia que se le de a una con respecto a las otras dos, se podría considerar que su puesta en marcha es una u otra. Por un lado, el 18 de Agosto de 2008 fue registrado el dominio de Internet www.bitcoin.org, sin que se supiera nada del proyecto Bitcoin hasta la siguiente fecha clave: el 31 de Octubre de 2008, fecha en la que Satoshi Nakamoto publicó el White Paper de Bitcoin.

Sin embargo, el primer bloque minado en la red Bitcoin data del 3 de Enero de 2009, fecha que es considerada por la gran mayoría como el nacimiento real de la plataforma.

Por otro lado, Ethereum solo tiene dos fechas a tener en cuenta: la salida de su White Paper, en Diciembre de 2013 (no se sabe fecha concreta). En este White Paper, al igual que en el de Bitcoin, se explica de forma detallada el proyecto, su funcionamiento y su función. En cambio la fecha que la comunidad toma como el nacimiento de Ethereum es el 30 de Julio de 2014, momento en el que se procesa el primer bloque en la plataforma.

Bitcoin fue diseñado para actuar como un sistema de pago descentralizado, seguro y rápido. Dado que las transacciones se muestran en ese libro mayor llamado cadena de bloques, se puede estar seguro de que la transacción es legítima, sin necesidad de confiar en la otra parte.

Por otro lado, una transacción de Bitcoin aparece en tan sólo una hora, eliminando el hecho de que tenga que pasar primero por el banco.

Ethereum fue diseñado para ser mucho más que un sistema de pago. Es “una plataforma descentralizada que ejecuta contratos inteligentes: aplicaciones que funcionan exactamente como están programadas sin posibilidad de inactividad, censura, fraude o interferencia de terceros» tal y como dicen desde su propia web.

El protocolo de Ethereum está construido para permitir flexibilidad a los usuarios, y aumentar la funcionalidad del sistema conforme vaya avanzando y proporcionar la capacidad de programar muchos tipos diferentes de contratos inteligentes dentro del sistema Ethereum.

En resumen: Bitcoin está pensado para ser un sistema de pago y Ethereum está pensado para ser una plataforma en la que se ejecuten aplicaciones descentralizadas y contratos inteligentes.

Sin entrar en detalles técnicos, Bitcoin y Ethereum usan algoritmos de seguridad o también llamados algoritmos criptográficos. Estos algoritmos son un conjuntos de reglas que tienen como objetivo alcanzar características de seguridad tales como la integridad y la confidencialidad.

En otras palabras, marcan la fortaleza de seguridad en la plataforma.

Bitcoin utiliza el protocolo de seguridad SHA256, cuyas siglas significan “Algoritmo de Hash Seguro”. La cifra ‘256’ se refiere a los bits de ese valor ‘hash’, un caracter alfanumérico de codificación de 32 bytes (dígitos) en este caso.

Por ejemplo, a través del protocolo SHA256, puedo codificar la frase “miethereum.com” en el siguiente valor hash: “5a4d8s554as654sd4h456dfla87dg4h5”; o la frase “miethereum.com, tu web de referencia sobre Ethereum” en el siguiente valor hash: w3jd82jds921o38jhsdj902qued0q90x.

El valor hash tiene 32 caracteres porque la relación bit – byte es de 8, es decir 8 bits son 1 byte, por lo que 256 bits son 32 bytes.

Este protocolo SHA256 favorece la minería a través de hardware ASIC, que hace solamente una función pero de forma muy eficiente. Un minero ASIC para SHA256 no funcionará para otras monedas criptográficas a menos que también estén basadas en SHA256.

Por su parte, Ethereum utiliza el protocolo de seguridad Ethash, una mezcla de protocolos SHA3 más avanzados que los de Bitcoin (SHA2), y por ello más seguros. Este protocolo resiste el uso de ASIC debido a un aumento del requerimiento de memoria, lo que significa que la minería se hace imposible con dicho hardware. Ethash requiere de potencia de procesamiento y esto se consigue a través del hardware GPU o coloquialmente conocido como tarjetas gráficas.

Los lenguajes de programación son lenguajes diseñados para realizar procesos que pueden ser llevados a cabo por máquinas. En otras palabras, el lenguaje de las máquinas. Cuando nosotros enviamos un mensaje a otra persona por whatsapp o abrimos una aplicación, debajo de todo eso hay un lenguaje de programación que nos permite comunicarnos con el teléfono móvil para que realice dichos procesos.

Bitcoin utiliza el lenguaje de programación C++ y funciona con menos de 70 comandos (instrucciones de programación) específicos que se pueden utilizar. Esta limitación proporciona más seguridad porque es mucho más difícil hackear la cadena de bloques dentro de los comandos configurados. La otra cara de la moneda es que es un lenguaje simple y limitado, lo cual también le limita como tecnología.

Ethereum tiene un rico y complejo lenguaje de programación incorporado llamado ‘Turing complete’, que incluye siete lenguajes de programación diferentes. Este lenguaje permite codificar, calcular y hacer cualquier cosa con él, dándole suficiente tiempo y potencia de computación.

Esto significa que Ethereum que tiene una base más amplia sobre la que construirse y un mercado más amplio que cubrir. No está limitado a ser un libro de transferencia de valores como Bitcoin.

Como punto negativo tiene que, al ser un lenguaje de programación complejo, también implica que sea más complejo su aprendizaje y haya más oportunidades de cometer errores.

Estamos de acuerdo en que Bitcoin y Ethereum se consideran ambas criptomonedas. Sin embargo sus usos son diferentes.

Primero, es importante entender que hay dos categorías de criptomonedas: las monedas virtuales (por ejemplo, Bitcoin, ZCash, Monero, etc.) y los tokens (por ejemplo, Ethereum, Digix, Golem, etc.).

Las monedas virtuales como Bitcoin compiten directamente contra el dinero fiat y el oro. Es una moneda global y accesible en todo el mundo que permite a las personas poseer su propio dinero sin depender de los bancos.

Por su parte, los tokens son fichas que sirven como representación de otra cosa.

En Ethereum, su token representa un valor financiero, un activo digital. Es algo que funciona similar a un casino, en el que Ethereum es el casino, y sus tokens son las fichas que simbolizan el dinero que se usa para jugar a los diferentes juegos de azar. El Ether se considera un token para la gestión dentro de la red Ethereum.

Las unidades principales Bitcoin y Ethereum sabemos que son el bitcoin (BTC) y el Ether (ETH). No obstante tienen submedidas y un número de decimales establecido.

En Bitcoin solo hay 8 decimales y sus nomenclaturas son simples: bitcoin, milibitcoin (1 mBTC = 0,001 BTC), microbitcoin (1 µBTC=0.000001 BTC) y la unidad más pequeña, el shatoshi (1 shatoshi = 0.00000001 BTC) llamado así en honor al todavía anónimo creador de Bitcoin, Shatoshi Nakamoto.

En Ethereum hay 18 decimales y sus nomenclaturas en orden descendente son Ether, finney, szabo, shannon, babbage, lovelaces, wei. Cada una es 1000 veces mayor a la siguiente, es decir, 1 Ether son 1000 finney, 1 finney son 1000 szabo y así sucesivamente.

Como toda moneda, es necesario regular la creación de la misma para que no desestabilice la economía a la que pertenece.

En el caso de Bitcoin, existe una cantidad finita a alcanzar. El máximo de bitcoins a crear es de 21 millones y se especula llegar a esta cantidad sobre el año 2140. El dato de que la producción de bitcoins sea limitada, hace de Bitcoin y su moneda un sistema deflacionario, es decir, a la larga está destinado a perder su valor.

Contrariamente a Bitcoin, Ethereum no tiene un número total máximo de Ether marcado en su hoja de ruta, ni una fecha concreta para poner fin a su creación. No obstante, limita la cantidad creada cada año a 18 millones. Por ello, Ethereum tiende a ser inflacionario, es decir, con mayor valor para usarlo e intercambiarlo.

La cantidad de bitcoin y Ether que se dan como recompensa a los mineros por validar bloques varía bastante entre Bitcoin y Ethereum.

En Bitcoin, la recompensa que se dio al principio era de 25 Bitcoin por bloque; esta recompensa se reduce a la mitad cada 210,000 bloques. Es decir, de 25 bitcoin por bloque se pasará a 12,5 bitcoin cuando se llega los 210.000 bloques. Posteriormente se pasa a 6,25 bitcoin cuando se procesen otros 210.000 bloques y así sucesivamente.

En Ethereum, la recompensa por bloque al principio fue de 5 Ether por bloque. No obstante, con la introducción de Byzantium en la etapa Metrópolis, se vio reducido a 3 Ether por bloque.

En el futuro, la recompensa dependerá directamente de la introducción de la prueba de participación como método de validación de bloques. Esto no se dará hasta la entrada de la última etapa de Ethereum: Serenity.

La recompensa que reciben los mineros siempre son criptomonedas: bitcoin en Bitcoin y Ether en Ethereum. Pero el método de recibirlas varía de uno a otro.

En Bitcoin es simple: se recompensa a los mineros por validar bloques. Por cada bloque validado, el minero o grupo de mineros que lo hayan validado correctamente en el menor tiempo recibirán los bitcoins pertinentes.

En Ethereum, a parte de recompensar a los mineros por validar bloques, también recibirán Ether por validar cada transacción y contrato inteligente. Las partes que deseen que se ejecute la transacción o el contrato inteligente pagarán una tarifa en Ether llamada ‘Gas price’ o precio del Gas.

Esta tarifa pagada por el gasto computacional se podría decir que es una propina: un incentivo a los mineros para que esa transacción o ese contrato inteligente se valide y se añada a la cadena de bloques antes que otras transacciones. El minero recibirá esa recompensa por darle prioridad a esa transacción o contrato inteligente.

Esto hace del proceso algo mucho más eficiente energéticamente, basándose en el ancho de banda en lugar del hashrate (número de cálculos por segundo).

También ayuda a centrar la atención en la colaboración más que en la competencia porque cuanto más rápido todos alcancen el consenso (que es necesario para completar un bloque) más transacciones podrán realizar, lo que dará como resultado mayores ganancias.

El procesamiento de los bloques en Bitcoin y en Ethereum se refiere al tiempo necesario por los mineros para que un bloque se confirme, se valide y se añada a la cadena de bloques.

Este tiempo marca la frecuencia de emisión de monedas y la velocidad a la que funciona la red, al verificarse un nuevo bloque con las transacciones más recientes en ese periodo de tiempo. Podríamos decir que este tiempo que tardan en generar un bloque es la frecuencia del latido de corazón de Bitcoin y Ethereum respectivamente.

En Bitcoin, cada bloque se genera en un promedio de 10 minutos (600 segundos). En Ethereum se da cada 16 segundos (inicialmente era de 60 segundos).

Por lo tanto, mientras que las transacciones de Bitcoin normalmente tardan unos minutos en ser liquidadas, las transacciones de Ethereum son liquidadas casi instantáneamente y en cuestión de segundos.

Un bloque contiene todas las transacciones nuevas efectuadas desde el último bloque minado y confirmado. Como ya hemos comentado en el apartado anterior, en el caso de Bitcoin esto sería todas las nuevas transacciones efectuadas durante los aproximadamente los 10 últimos minutos, y en Ethereum durante los últimos 16 segundos aproximadamente.

Al igual que en un ordenador, un documento, una foto o un video tienen un tamaño, medido en Kilobytes, Megabytes o Gigabytes, en en las redes de Bitcoin y Ethereum sucede lo mismo. Una transacción contiene unos datos básicos de información, medida en bytes, y la suma de todas las transacciones de un bloque nos dan el tamaño del bloque.

En Bitcoin, este tamaño está limitado actualmente a 1 Mb (1048576 bytes) Por contra, en Ethereum no se ha definido pero en cualquier caso nunca se acerca a ese tamaño, estando siempre bastante por debajo. Esto hace que las transacciones, los bloques y en general la cadena de bloques sea bastante más ligera que la de Bitcoin.

En la minería tanto de Bitcoin como de Ethereum existe un dato variable que es la dificultad de minado. Este dato viene a expresar lo que le cuesta computacionalmente a una máquina resolver los problemas matemáticos de la minería para así poder minar el bloque y recibir la recompensa (bitcoin en la red Bitcoin; Ether en la red Ethereum).

En cada bloque minado existe ese dato y se va modificando la dificultad según lo que les cueste a los mineros validar el bloque. Actualmente los niveles de dificultad vienen incrementándose con el tiempo, debido a que, cuantos más equipos se añaden a red para realizar las pruebas de minado, mayor es la dificultad.

La la dificultad de minado se da cada 2016 bloques en Bitcoin. Por contra, en Ethereum esto se da a cada bloque minado, es decir, cada 16 segundos de media.

Anteriormente hemos visto que el tamaño del bloque en una y otra plataforma varía. El coste de las transacciones también es variable.

En Bitcoin, ese coste está limitado por el tamaño del bloque, el cual nunca puede exceder de 1 Mb, es decir, las transacciones que entran en un bloque no se mide en número, sino en tamaño total de las transacciones. Éstas, además compiten en igualdad de condiciones, sin que ninguna tenga prioridad por encima de las demás.

Ethereum tiene un método diferente para calcular el coste de las transacciones dependiendo de su complejidad computacional, el uso del ancho de banda y las necesidades de almacenamiento. Este coste computacional se llama Gas y está limitado por bloque con un dato llamado ‘Gas Limit’.

Las transacciones requieren un determinado número de Gas para procesarlas, el cual es variable (no compiten en igualdad de condiciones como en Bitcoin). El bloque tiene un límite de Gas para ser verificado.

El número de transacciones que estarán incluidas en un bloque dependerá, por lo tanto, de ambos datos, siempre y cuando el total de Gas requerido por las transacciones nunca supere el límite de Gas del bloque.

PARTICULARIDADES DE ETHEREUM

Una vez vistas las similitudes y las diferencias entre Ethereum y Bitcoin, vamos a explicar las particularidades de Ethereum, esos detalles que le hacen destacar por encima del resto.

Como bien sabemos ya y como bien definen en su web, desde Ethereum se autodenominan de una forma simple: “Ethereum es una plataforma descentralizada que ejecuta contratos inteligentes: aplicaciones que funcionan exactamente como están programadas sin posibilidad de inactividad, censura, fraude o interferencia de terceros.”

Esta posibilidad de crear contratos inteligentes es la gran baza de Ethereum frente al resto.

La mayoría de la gente está familiarizada con las típicas apps que descargan y ejecutan en sus teléfonos o tablets. Estas aplicaciones son centralizadas, es decir, depositamos la confianza -datos, fotos, videos, contenido en general- en una entidad principal, ya sea un servidor o un banco de datos.

Por ejemplo, cuando subimos una foto a Facebook, confiamos en los servidores de Facebook, por lo cual es algo centralizado.

La red Ethereum, sin embargo, está basada en la comunidad y no controlada por ninguna autoridad. Esto significa que las Ðapps no necesitan de servidores ni otras entidades, sino que viven en la cadena de bloques, al igual que todo su contenido.

Ethereum y Bitcoin en sí mismas no dejan de ser ÐApps: Bitcoin sería una ÐApp de sistema de pagos descentralizados y Ethereum sería una ÐApp que permite la creación de contratos inteligentes y otras ÐApps basados en ella.

Ethereum ofrece la posibilidad de construir contratos inteligentes, aplicaciones descentralizadas y organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs) sobre su propia cadena de bloques, aprovechando así todo su potencial y sin necesidad de crear otras cadenas de bloques particulares.

En otras palabras, en vez de crear un proyecto nuevo e independiente y crear la criptomoneda de ese proyecto, se puede crear ese mismo proyecto sobre Ethereum, por lo que no es necesario construir una nueva cadena de bloques, sino que la cadena de bloques de ese proyecto es la misma que la de Ethereum.

Proyectos contrastados creados sobre la red Ethereum son, entre otros, Slock.it o Aragon. Slock.It es una startup alemana que busca crear un puente entre la tecnología blockchain y el Internet de las cosas (Internet of Things, IoT).

Su función es que, a través de unas cerraduras inteligentes conectadas a Ethereum, se pueda alquilar, vender o compartir cualquier propiedad de forma automática y sin intermediarios, de forma descentralizada.

Pongamos el ejemplo de Airbnb. Alquilamos nuestra propiedad a un desconocido a través de esta plataforma y ellos a cambio se llevan una comisión por las gestiones. Con Slock.it tendríamos que poner una cerradura inteligente, y cuando alguien pagara el depósito, de forma automática, podría abrir la cerradura con su teléfono móvil. Sin intermediarios, sin comisiones y sin posibilidades de estafa.

Aragon es otro proyecto ambicioso. Su objetivo es desintermediar el comercio humano, y le permite gestionar organizaciones enteras utilizando la cadena de bloques. La red Aragon, al eliminar las fronteras geográficas y el papeleo, pretende actuar como una jurisdicción digital muy conveniente para que todo el mundo pueda operar.

CONCLUSIÓN

Hay muchas cosas que hacen que Bitcoin y Ethereum sean diferentes entre sí, pero no tienen una relación inversa, es decir, cuando uno aumenta de valor, el no otro disminuye y viceversa. Pueden coexistir en la medida en que trabajan por objetivos diferentes: Bitcoin se esfuerza por proporcionar transacciones rápidas y seguras, mientras que Ethereum se centra en mucho más.

A medida que se vayan construyendo más contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas, la popularidad y rentabilidad de Ethereum aumentará exponencialmente. No obstante creemos que ambas criptomonedas tienen beneficios y veremos un aumento de valor en el futuro.